jueves, 21 de marzo de 2024

 Fotos de estudiantes del Tizal, Mpio. de Ixhuatlán de Madero, elaborando un violentómetro para reflexionar acerca de la violencia que debe desaparecer.

martes, 7 de septiembre de 2010

LOS NIÑOS DESDE LOS DOS AÑOS


Acerca de Jean Piaget y su “ego – centrismo”
Claudia Cristina Ramírez Ramírez. Universidad IVES: “Instituto Veracruzano de Educación Superior”. Xalapa, Veracrúz, México.

Foto del Colegio "Infanta de María" de Portugal.

En el presente ensayo voy a tratar de explicar sobre el libro de “Seis estudios de la psicología” del Psicólogo francés Jean Piaget, abarcando el tema del desarrollo mental de niño, el cual comienza desde el nacimiento hasta la edad adulta, y con el cual se busca mantener un estado de equilibrio tratando de alcanzar un estado de equilibrio superior. Las “necesidades” son un buen motivo para que ocurra un desequilibrio, pero creo que, de cierta forma, si satisfacemos nuestras necesidades, podemos alcanzar un equilibrio adecuado. Un ejemplo sería que si el niño quiere comer cuando es recién nacido, llora, hasta que su mamá le da de comer, y él se tranquiliza y así no existe perturbación considerable del equilibrio.
Aquí entra una de las etapas de la adaptación que es la primera infancia de los dos a los siete años, pues creo que aquí se da como elemento importante el conocimiento, porque en el niño aparece el lenguaje, el cual modifica la conducta porque se conforma de elementos que provienen de la socialización, el pensamiento centrado en sí mismo y la constante intuición.
El lenguaje es lo que le permite la comunicación con personas mayores, por repetición o imitación, y su mejor modelo para esto son los padres. Él empieza a enfrentarse a un nuevo mundo y a descubrir nuevas cosas, sin embargo hay que tener presente que en esta etapa de los dos a los siete años, está adquiriendo conocimiento tal como ocurre por el hecho de comer por sí mismo, lo cual es algo nuevo para ellos. Si convives con niños de 2 a 4 años, muchas veces te desesperas por que luego no sabes cómo contestarles a tantas preguntas, aunque sería bueno hablarles siempre con la verdad y no cambiarles las respuestas por pena o por otras razones, porque solamente lo que consigues es confundirlo y así no adquiere conocimiento necesario para su desarrollo. También cuenta la forma como te expresas, porque en esta etapa es cuando empiezan con la práctica del lenguaje en el sentido imitativo, lo cual causa que todo lo que el adulto diga o haga, el niño tiene la tendencia a registrarlo y repetirlo, de forma tal y como vio o escuchó.
La conducta de los niños a esa edad se da en función de la interacción de palabras y con el transcurso del tiempo este hábito va modificando su propio pensamiento. Esto trae consigo una serie de trasformaciones paralelas: como el desarrollo de los sentimientos interindividuales, tales como simpatías y antipatías, respeto, etc.
Con la aparición del lenguaje, el niño se tiene que enfrentar a nuevas circunstancias, no sólo al universo físico si no también a mundos nuevos como el mundo social y el mundo de las representaciones interiores.
No hay que olvidar que aquí, en esta edad, es cuando el niño empieza a tomar una actitud egocéntrica, para la cual la incorporación de las cosas a la actividad propia es más importante que el acoplamiento, y que solo poco a poco va consiguiendo situarse en un universo objetivado, pues el egocentrismo se vuelve ego centrista, porque en esta etapa todavía no tiene la edad para entender el mundo como lo ven los adultos; a él solo le interesa llamar la atención de los mayores y ser el centro de atención para quienes le rodean, sin importarle nada, tal vez porque él no tenga la suficiente comprensión para entender lo que está mal y lo que está bien. Lo egocéntrico es la actitud que se debería cambiar paulatinamente, porque creo que pensar en ti mismo… pues como que no. En la etapa infantil, digamos, es aceptable porque los niños no tienen conocimiento suficiente de la situación o no quieren tenerlo, empezando porque ni siquiera saben el significado de las palabras; pero en fin, así es hoy en día y pues por más que se quiera cambiar a los adultos egocéntricos, difícilmente se logrará. Si no se hizo antes, ahora es tarde ya.
Ante un juguete, por ejemplo, los niños sólo quieren tenerlo, sin importarles nada más: sólo piensan en tenerlo satisfaciendo su necesidad y sin interrumpir su equilibrio. Pero si no se le compra aunque se le explique el por qué, él no lo entiende y utiliza la estrategia de la rabieta interrumpiendo brevemente el equilibrio de la relación con el padre.
Por otra parte, la espontaneidad es algo natural que existe en los niños porque son a esa edad muy inocentes y su forma de comportarse o su actitud es casi siempre espontánea, natural, aunque creo que ya cuando son adultos se ha perdido gradualmente, porque hoy en día la espontaneidad es vista como arriesgada; ya todos actuamos según lo que quiere ver la sociedad, que dicta que no siempre se debería ser espontáneo. Ser tú mismo al cien por cierto o ser simplemente natural como lo son los niños, es visto como algo indebido en la sociedad actual.
Claudia Cristina Ramírez Ramírez
Psicología

IDEAS Y ACTITUDES


Ejemplos de las principales posturas en torno al problema del conocimiento.

Elizabeth Landa Cortés. Licencitura en Pedagogía de la Universidad IVES, "Instituto Veracruzano de Educación Superior", Xalapa, Ver., México.

Fotografía: "Las hojas Muertas", de Remedios Varo.

El Dogmatismo: El Dogmatismo no considera que exista un problema acerca del conocimiento; se aceptan las cosas tal y como son, según un punto de vista específico.
Los ejemplos más claros se dan en la moral o en la religión, uno sería el de aquellas personas que están en contra de una educación en las escuelas que se incline más a los datos científicos e invalide los religiosos, tales como el origen del mundo o del hombre mediante nuevas teorías científicas. Son dogmáticos aquellos que buscan conservar estas interpretaciones antiguas y no aceptan que puede haber mejores formas de comprender la realidad basadas más en la demostración que en el mito, y mantienen acaloradas discusiones defendiendo su postura y no aceptando opiniones diferentes.

El Escepticismo: Es una postura que parte de la idea de que para el sujeto es imposible alcanzar el conocimiento del objeto, o si se pudiera conocer, el sujeto no sabría interpretarlo o expresarlo, por ello tampoco puede hablarse de verdades auténticas.
Un ejemplo de esto sería cuando una persona está totalmente convencida de que es imposible tener conocimiento acerca de cosas que no pueden verse, tales como: Dios, el alma, los espíritus, o cualquier otra noción que exista en el imaginario popular; quienes son científicos y tienen como creencia la necesidad de demostrar vía experiencia los fenómenos, se apegan a tales afirmaciones*.

El Subjetivismo: Es una postura acerca de la verdad, dice que esta es relativa en el sentido en que depende del sujeto que analiza o afirma algo acerca de la realidad; puede haber conocimiento pero éste depende del sentir de cada sujeto. Un ejemplo sería cuando una persona afirma que existe el amor como un sentimiento natural en todos los seres humanos y lo ve como algo totalmente verdadero, pero posiblemente otra persona con menos suerte que la primera en cuanto a relaciones amorosas, diría que el amor no es algo que se pueda conocer y, por lo tanto, según él, no existe.

El Relativismo: En esta postura el conocimiento es variable y no hay verdades absolutas, los juicios que se realizan sobre las cosas dependen sobre todo de aspectos temporales, culturales o sociales que determinan la creencia o conocimiento acerca de algo. Como ejemplo vemos que en algunas culturas el maltrato a los animales es algo normal pues se tiene la creencia o el conocimiento justificado de que los animales no piensan y por tanto no valoran lo que sienten; por lo tanto, se creen con el derecho de hacerles daño. Algo que para otras culturas, que tienen una visión más clara de la condición de los animales, resulta denigrante. He aquí una diferencia de opiniones basada en el relativismo.

El Pragmatismo: Señala que sólo lo que representa utilidad es verdadero y que debe haber una concordancia entre la teoría y la práctica pues sólo así hay conocimiento.
Para ejemplificar: se puede mencionar la exigencia que se le hace a cualquier persona de que actúe con base a los principios o consejos que propone, es decir que sea fiel a sus convicciones de modo que ponga en práctica su forma de pensar y no solo presuma o comunique sus deseos o “filosofía de vida”, pues de lo contrario a esa persona se le valorará como mentirosa o de falsas creencias. De igual modo se le exige a las ciencias que no sólo aborden problemas de forma teórica, sino que aterricen en el contexto del mundo para que no únicamente se idealice, sino que se apliquen los conocimientos.

El Criticismo: Es un término medio entre el dogmatismo y el escepticismo. El Criticismo acepta que hay verdades, pero no todo lo que se afirma puede ser considerado como verdad, el conocimiento requiere un análisis que se logra con el uso de la razón y hay que aprender a ver cuáles son los límites de ésta.
Un ejemplo: los descubrimientos científicos que muchas veces llegan a parecer definitivos; a partir de estos se establecen teorías y se ven como algo seguro, pero el conocimiento debe progresar y no estancarse, pues de lo contrario, estaríamos introduciéndonos a un dogmatismo. Muchas veces lo que era seguro resulta no serlo, pues no se puede conocer nada de manera definitiva; siempre hay algo más que no fue percibido o que hace falta analizar con mayor profundidad. El criticismo consiste entonces en no ser conformistas en cuanto al conocimiento de algo, pero tampoco dudar de todo, mejor hay que mantenerse en constante reflexión para encontrar evidencias.

El Racionalismo: Esta forma de pensar basa el conocimiento en el uso de la razón, por lo que una persona necesita eliminar la idea de que la experiencia es lo único fiable.
A lo largo de la vida, conforme uno va adquiriendo conocimientos, se da cuenta de que los sentidos en ocasiones nos engañan, de ahí que algunos busquen ser más racionalistas y no dejarse llevar por opiniones basadas en lo sensible. Cuando alguien es muy metódico, muy ordenado y actúa conforme a su pensamiento, no dejándose llevar por lo animal, es decir lo impulsivo o lo instintivo, se es más racionalista. Las personas doctas son racionalistas porque basan sus afirmaciones o argumentos en un fundamento racional.

El Empirismo: Nos dice que el origen del conocimiento es la experiencia. Las personas que han tenido poco acceso a la educación muchas veces no están informadas acerca de los avances tecnológicos, médicos o científicos, por lo que podemos encontrar conocimientos basados totalmente en la experiencia como los remedios naturales, válidos en cierto ámbito; la predicción de acontecimientos basada en la repetición de fenómenos, o la interpretación de situaciones de vida aludiendo al mito o la fantasía. Pocas veces hay un deseo por reflexionar racionalmente acerca de eso, puesto que es la experiencia la única guía que se emplea para la vida.

El Intelectualismo: Defiende que para que se dé el conocimiento se necesita tanto de la experiencia como de la razón, por considerarlos dos factores necesarios, en donde uno no es más importante que el otro. Aunque parezca que de la experiencia surgen todos nuestros conocimientos, de ella obtenemos básicamente percepciones o datos sensibles, y solo falta un segundo momento en el que elaboramos ideas o conceptos a partir de esos datos. No se trata únicamente de que una persona observe un objeto, sino que además tiene que comprenderlo y para ello necesita decir algo sobre el objeto y expresar un razonamiento. Un bebé en crecimiento observa y experimenta con diversos objetos, pero su madre poco a poco debe enseñarle los nombres o significado de cada uno para que aprenda.

El Apriorismo: Señala que hay elementos que son apriori a la hora de conocer, es decir, que son intuiciones o formas independientes de la experiencia.
Un ejemplo de algo que es apriori serían los números o las figuras geométricas. Sabemos que son algo verdadero, necesario, y que nunca hemos visto un número tal cual o un círculo perfecto físicamente, pero por lo mismo, son objetos a priori, nos sirven para conocer más sobre un objeto físico, pero en sí ni se encuentran ni se producen en el mundo, sino que son algo independiente y previo a toda experiencia.

El Idealismo: Una persona es idealista cuando da más importancia a lo que está en su mente que al mundo o a los objetos, pero también significa que cree demasiado en la capacidad de su intelecto para producir cosas. Entonces, algunos políticos serían idealistas, porque ellos plantean un gobierno o un entorno mejor y nos hacen creer que así es. Pero no todo lo que se idealiza es real y sólo algunos han logrado que sus ideas o proyectos se reflejen en la realidad produciendo inventos o artefactos que a nadie más se le ocurrirían; es difícil encontrar un ejemplo totalmente evidente que muestre cómo lo real es únicamente ideal. Aquí, siento, se va al extremo al decir que las cosas en sí no existen sino que son un producto del pensamiento, o sea, que son ideas reales. Sería casi como decir que sólo por pensar algo signifique que eso es la realidad.

El Objetivismo: Señala que en la relación del conocimiento: sujeto-objeto, el objeto tiene más peso, de modo que si el sujeto puede conocer es porque el objeto lo determina, porque tiene ciertas características que el sujeto sólo descubre u observa.
Un pintor que realiza un retrato, no está inventando nada, puesto que está captando o recibiendo las cualidades de la persona que reproduce, por lo que trata de ser lo más objetivo posible al conocer tal cual dicho objeto, en cambio, si creara una obra de la nada, sería totalmente subjetivo, usando su imaginación para inventar algo que no tiene presente y para lo cual no toma formas.

El Fenomenalismo: Indica que sólo se pueden conocer fenómenos, es decir, apariencias de los objetos, pues lo que estos son, en el fondo, es imposible conocerlo.
Cuando uno se acerca a otras personas con quienes tiene poco contacto se puede conocer poco acerca de ellas, únicamente se les reconoce por su apariencia, y lo que pueda decirse de ellas es una mera opinión, un acercamiento, porque siempre existirá algo que no se muestre o escape a nuestro entendimiento.

El Realismo: Éste afirma con completa seguridad que existen cosas en el mundo y pueden ser conocidas.
Todos aceptamos esta idea pues diariamente despertamos y sabemos en donde están ubicados los objetos, las personas o las habitaciones, y suponemos que todos los días estarán en el mismo lugar. No dudamos de ello pues hemos visto que siempre ha sido así, por lo que nuestros actos son seguros, ya que presuponemos un espacio y un tiempo y un conjunto de situaciones que se presentan día a día.

* Lo que en esta parte se explica es que la determinación de no reconocer la idea de Dios porque no corresponde con un ente perceptible, es una postura dogmática (dicho esto sin querer justificar algo); ya que mientras no se pueda aceptar dicho ser porque no se le perciba, no implica que se deba descartar la posibilidad de que se le pudiera percibir en lo futuro. Apoyando a la autora de este escrito, recomiendo que la postura del filósofo, entonces, debiera ser cauta e imparcial en temas cuestionables como el de la existencia de Dios (Nota del editor de la página).

jueves, 27 de mayo de 2010

FICCIÓN Y ÉTICA



“Amor a primera vista"

De Ganriela Cerecedo, Bachilleres "Anaxágoras", Xalapa, Ver., México
Selene, una estudiante normal de 14 años, etapa de final de la pubertad y el inicio a la adolescencia, no muy agradable para los padres ya que es cuando los hijos se topan con algo llamado rebeldía, amor, desamor, malas compañías, no ver nada más lo que pasa en el presente.


Cualquiera ha pasado por esa época y cada quien vivió cosas de las cuales quedaron muy marcadas en sí mismos, recuerdos de aventura y emoción, tal ves la presencia de las peores decisiones que pudiste tomar pero que si maduraste y aprendiste atesorarás esas experiencias.

Selene está en tercero de secundaria, siente emoción porque será el ultimo año juntos con sus amigas(os), maestros, uniforme; tantas cosas nuevas pasarán después de ese año escolar, por lo cual la nostalgia y la preocupación están al día; para todos sus amigos lo más importante en ese momento es vivir al máximo ya que saben que seguramente no volverán a estar juntos.

Miércoles, tercer día de clases.
Selene grita - ¡Mamá! ¡¡Tomé dinero del cajón, ya me voy!! (Cierra la puerta de un golpe y sale corriendo arreglando su mochila).
Selene – aaah, faltan 10 min. Faltan 10 min!... no lo lograré…ah!!
Cómo puedo siempre salir tarde si vivo tan cerca, si no está Doña Chofi no me dejarán entrar, ¡diosito por favor ayúdame!

Llegando casi muerta a la escuela toca sin descaro el timbre una y otra vez y doña Sofía le permite entrar a la escuela. Ya dentro, decide darle una regañada porque sabe que Selene vive muy cerca de la escuela, mientras, Selene calla con la cabeza baja y solo pidiendo disculpas, cuando toca alguien a la puerta. Entra una señora joven, bien arreglada, alta, de pelo negro y con lentes.
OH que bonita señora, se ve tan joven.
Cuando la señora entra, atrás de ella se encuentra un muchacho guapo, algo alto, de piel blanca.
¿Quien es el? es muy guapo…
Señora- buenos días, perdón por la hora pero el trafico estaba muy pesado; ¿ya llegó el director? ¿Se acuerda de Rodrigo, mi hijo?
¿Rodrigo?
Doña Sofía comenta: despreocúpese, lo entiendo, y sí me acuerdo de él. El director no llega aún pero ya puede entrar a clases y si desea usted puede esperar aquí abajo.
Señora: me parece perfecto, a ver, pasa hijo.
Doña Sofía añade: ¿Selene tú pasaste a tercero, no es así? Mira, entra ya a tu salón y lleva contigo a Rodrigo porque estará contigo, en tu salón
Selene -¿Qué? ¿En mi salón?
Doña Sofía -Sí ándale, ya métete, que las clases ya comenzaron.
Ah, piensa Selene, esto no es posible... se ve tan lindo, no puedo creer mi suerte
Selene -y ¿te llamas Rodrigo?
Rodrigo - ….sí (voz baja)
Selene -(acercándose) ¿Cómo?, no te escuché
Rodrigo repite su nombre…
Selene -OH, pues yo soy Selene, mucho gusto

Llegan al salón, la maestra los recibe y se da por enterada del alumno nuevo, las amigas de Selene muestran emoción, "ah está guapísimo, ¿Por qué llegaron juntos? ¿Cómo se llama?", mientras que los alumnos se ven algo molestos por el cambio de humor de las chicas.
Durante toda la mañana, Selene está tan feliz...
Durante la noche antes de dormir Selene se acuesta en su cama y piensa lo que habló con Elisa (su mejor amiga) al final de la escuela.
Selene recuerda -no pude despedirme de él... entró a la dirección y no podía quedarme afuera, iba a ser muy obvia
Elisa -es muy guapo pero ¿en verdad te gustó tanto, si apenas lo conoces?
Selene -es que fue tan perfecto el modo en que nos conocimos, esto es…
Elisa -¿amor a primera vista?...
Sí, dice Selene, es la primera vez que siento algo así…me gusta mucho…¿pero esto es normal?...que tal si el ya tiene novia.
Selene vuelve en sí (se levanta rápidamente de su cama) ¡¡No me daré por vencida, es mi ultimo año de la secundaria; no me puedo arrepentir de las cosas ahora!!
Selene -mañana será un gran día me, esforzaré, me gusta Rodrigo y lo primero que debo descubrir es si tiene novia.

Este fue el inicio del amor platónico de Selene. Transcurrió el curso del año escolar, Selene se enteró que el chico no tenia novia y a pesar de que muchas querían serlo, ella, un 12 de diciembre, le confesó lo que sentía; él también le dijo que le gustaba, y se dieron su primer beso.

Después de 4 meses de conocerlo, reconocí inmediatamente que me seguía gustando, es extraño cómo el corazón puede hablarte tan claramente y señalarte el camino hacia tu felicidad

La intuición o "el corazón" te habla de una manera muy especial, aprende a escucharlo.